3 MINUTOS
Queridos amigos, es para mi un placer compartir unas palabras con la afición que me ha dado fuerza, ánimo y coraje durante estos largos meses que he pasado lejos de casa.
Unos meses en los que he puesto toda mi energía, ilusiones y esperanzas para volver a ser de nuevo campeón del mundo, algo que creí con toda mi fe haber conseguido cuando sonó la campana final. El resto de la historia a estas alturas supongo que ya lo sabréis.
Evidentemente cuando sacrificas tanto con una sola ilusión, y te roban lo que con tu esfuerzo te has ganado supone un duro golpe.
Pero este deporte está así, esto es lo que tenemos, y al menos yo no veo otra salida que aceptarlo, o dejarlo.
Pero esto no significa que no haya una parte positiva, que es con la que yo me quedo.
Y la parte positiva es que hoy soy más grande que ayer, hoy soy el boxeador que le dió una clase de boxeo a Cloud, el primero que le hizo sufrir de verdad y le llevó al límite. El que le ganó, digan lo que digan los jueces, cuando muchos ‘entendidos’ y ‘medio entendidos’ afirmaban que estaba varios escalones por debajo de el. La parte positiva es que no estoy por debajo de NADIE. La parte positiva es que soy uno de los mejores semipesados del mundo, aunque muchos se crean todavía que lo de fuera siempre es mejor. La parte positiva es que mi trabajo ha gustado y Showtime así nos lo ha hecho saber, también a pesar de lo que algún ‘experto en televisión’ auguraba
Y lo mejor de todo es que tengo una legión de amigos y seguidores que nunca dejarán de apoyarme, que confían en mi ciegamente sea cual sea el rival, el lugar y la circunstancia, como me habéis demostrado estos días con el aluvión de mensajes recibidos. Os lo agradezco de corazón, cada uno me hacía sentir un poco mejor, dar un poco más.
En unas horas vuelvo a España con mi familia, con los deberes hechos, el examen con nota y las puertas de par en par aquí en USA. Agradecer al grandioso Team Maravilla, con Sergio G. Martinez y Pablo Daniel Sarmiento a la cabeza, por el magnífico trabajo realizado, a M.D.P por su casa, a mi promotor Sampson Lewcowicz, y por supuesto mi gran rincón de grandes profesionales y amigos, Rayito Sanchez, Óscar Zardain, y el doctor Roger Anderson.
Seguiremos buscando títulos, triunfos y orgullo para el boxeo español, QUE NADIE PIENSE QUE ESTOY TRISTE!!
Un abrazo y mil gracias a todos.
…El panteón de los boxeadores malogrados es pródigo y nutrido: el mismo acto de boxear conlleva ya la fatalidad premonitoria, como si al ajustarse una y otra vez los guantes se estuviese azuzando la bala imaginaria en el oscuro tambor de un revolver. No se sabe cuándo, pero hay un pedazo de muerte alojado en la recámara, esperando para salir: sobre un ring siempre danzan cuatro. La campana indica el inicio de otra guerra de tres minutos que parecen diez años, y una vez más se pone todo en juego, la serenidad del cráneo, la estabilidad emocional, la posibilidad de conservar la vida tal y como se conoce….