El mismo silencio, los mismos metros cuadrados en los que antes me refugiaba, la misma paz necesaria, esta vez para asumir la gloria. Nada acaba aquí. No se para a mitad de escalera salvo para coger aire. Pero todo se ve mejor desde un escalón más arriba. Y voy a detenerme a saborear este momento. Victoria, KO. En unos minutos no quedará mas que las huellas de sus puños en mi cuerpo y eso sí, la más grande de las sonrisas
Fotografía y texto: Montse Castillo