Deportes de contacto
De pasiones se trata
El boxeo es uno de los deportes en los que las sensaciones se viven más intensamente. El perfil del boxeador suele ser temperamental y pasional. Las emociones se controlan a base de entrenamiento y esfuerzo, de concentración.
En ese interior convive el hombre o la mujer que vemos todos los días y solo tenemos que pararnos a obervar para descubrir que una parte no podría existir sin la otra por extraño que nos parezca.
Fotografía y texto: Montse Castillo
AVISPAS Y HORMIGAS (II)
—Tienes que seguir.
—No puedo.
—Tienes que seguir.
—No puedo.
—Tienes que seguir.
—No puedo.
Un enjambre de avispas alrededor de la cabeza. Un turbante de pequeñas llamas. Un incendio en los oídos, crepitando, devorando la voz humana. Chispas en los ojos, dentro de los ojos, cauterizando el iris, royendo el nervio óptico. Y ahora una lengua bífida hasta el oscuro pensamiento, iluminándolo y quemándolo. Fuego en el vientre y en el corazón. Otra vez avispas; en los pulmones, en las celdillas de los pulmones y dentro de los guantes y en los huesos destrozados de las manos.
—No puedo más.
—Sigue.
—No puedo más.
—Sigue.
—No puedo más.
—Sigue.
La cabeza se desprenderá con el enjambre y volará hasta las estrellas, hasta la dispersión de las estrellas. Hay que meter la cabeza en el agua para que desaparezcan las avispas. Entonces quedarán dos o tres agonizantes sobre los párpados, las más dolorosas sí, pero las últimas. Porque el ruido, este ruido, porque el ruido…
—Sigue y no seas cobarde.
—No.
—Sigue y no seas cobarde.
—No.
—Sigue y no seas cobarde.
—No.
Quiero cantar; marcharme por algún camino sin gente, cantando. Quiero oírme, llegar a un arroyo, tumbarme a la sombra de un árbol y cantar y oír. Quiero encontrar un hormiguero y deshacerlo, pisar las hormigas y orinarlas. Quiero volverme niño y dejar todo esto, porque no puedo más, porque ya te he dicho que no puedo más, porque tengo un enjambre en la cabeza y dentro de la cabeza, porque estoy en un incendio. Porque no puedo, porque no puedo más. ¿Lo entiendes?
—Tienes que seguir si quieres continuar comiendo de esto.
—No puedo.
Un enjambre de avispas alrededor de la cabeza. Un turbante de pequeñas llamas. Un incendio en los oídos, crepitando, devorando la voz humana. Chispas en los ojos, dentro de los ojos, cauterizando el iris, royendo el nervio óptico. Y ahora una lengua bífida hasta el oscuro pensamiento, iluminándolo y quemándolo. Fuego en el vientre y en el corazón. Otra vez avispas; en los pulmones, en las celdillas de los pulmones y dentro de los guantes y en los huesos destrozados de las manos.
—No puedo más.
—Sigue.
—No puedo más.
—Sigue.
—No puedo más.
—Sigue.
La cabeza se desprenderá con el enjambre y volará hasta las estrellas, hasta la dispersión de las estrellas. Hay que meter la cabeza en el agua para que desaparezcan las avispas. Entonces quedarán dos o tres agonizantes sobre los párpados, las más dolorosas sí, pero las últimas. Porque el ruido, este ruido, porque el ruido…
—Sigue y no seas cobarde.
—No.
—Sigue y no seas cobarde.
—No.
—Sigue y no seas cobarde.
—No.
Quiero cantar; marcharme por algún camino sin gente, cantando. Quiero oírme, llegar a un arroyo, tumbarme a la sombra de un árbol y cantar y oír. Quiero encontrar un hormiguero y deshacerlo, pisar las hormigas y orinarlas. Quiero volverme niño y dejar todo esto, porque no puedo más, porque ya te he dicho que no puedo más, porque tengo un enjambre en la cabeza y dentro de la cabeza, porque estoy en un incendio. Porque no puedo, porque no puedo más. ¿Lo entiendes?
—Tienes que seguir si quieres continuar comiendo de esto.
Fotografía: Montse Castillo / Texto: Ignacio Aldecoa – Neutral Corner –
Lo que los boxeadores llaman “corazón”
“…el enfrentamiento de dos cuerpos en el cuadrilátero no significa la cruda exposición de
la fuerza bruta, sino “un exhibidor maravilloso de aptitudes cerebrales”, en el que se ponen en juego cualidades tales como “balance, coordinación, velocidad, reflejos, poder, instinto,
disciplina, memoria y pensamiento creativo” (Hauser, 2000: 23)…”
la fuerza bruta, sino “un exhibidor maravilloso de aptitudes cerebrales”, en el que se ponen en juego cualidades tales como “balance, coordinación, velocidad, reflejos, poder, instinto,
disciplina, memoria y pensamiento creativo” (Hauser, 2000: 23)…”
“…Una pelea, entonces, se convierte en la posibilidad dedemostrar una combinación de inteligencia, astucia, gracia, habilidad y, de manera muy especial, “lo que los boxeadores
llaman ‘corazón’” (Oates, 2002: 79)…”
llaman ‘corazón’” (Oates, 2002: 79)…”
Fotografía: Montse Castillo / Texto: EL BOXEO COMO TECNOLOGÍA DE LA MASCULINIDAD Hortensia Moreno Esparza
la Virgen del Knock Out
Como diría “Massacre” en su canción “De su ring no se sale / ni con la otra mano de Dios / es de Patricios que nacerá / la leyenda del futuro campeón”
Nunca he sabido si es por intentar compensar la violencia ejercida, si es por el miedo a caer en la lona de forma trágica o si se trata de la búsqueda de la fuerza necesaria para alzarnos con la victoria. De cualquier forma la presencia de símbolos religiosos es tan habitual en el boxeo como sorprendente.
Fotografía y Texto: Montse Castillo